La etiqueta ecológica EPEAT permite a los compradores cumplir los objetivos de sostenibilidad de su organización a través de sus decisiones de compra. Los productos disponibles a través de la EPEAT incluyen ordenadores, monitores, fotocopiadoras, teléfonos móviles, televisores y servidores. La EPEAT es sólo uno de los diversos recursos de compra sostenible que ofrece gratuitamente el Global Electronics Council (GEC).
¿Por qué el impacto social es un problema de sostenibilidad?
Los productos sostenibles se diseñan y fabrican de forma que sean mejores para el medio ambiente, para las personas que participan en la fabricación, el montaje y la eliminación de esos productos al final de su vida útil, y para los usuarios de esos productos.
Los trabajadores de toda la cadena de suministro de las tecnologías de la información, desde la extracción inicial de minerales hasta la producción, el montaje y, en última instancia, el procesamiento al final de su vida útil, han sido históricamente objeto de abusos de los derechos humanos y laborales. El tantalio, el estaño, el wolframio y el oro, denominados "minerales de conflicto", forman parte de la composición de los productos electrónicos, ya que a menudo proceden de minas en las que se cometen abominables violaciones de los derechos humanos y están controladas por grupos de milicianos que utilizan el dinero de la venta de estos minerales para financiar conflictos violentos. Estos minerales se etiquetan como libres de conflicto cuando se demuestra que proceden de minas y zonas geográficas específicas, como fuera de la República Democrática del Congo (RDC), donde se minimizan los abusos humanos y laborales. Se está avanzando, en parte, gracias a la Ley Dodd-Frank de Estados Unidos, que exige a las empresas que revelen su uso de minerales conflictivos, si esos minerales son "necesarios para la funcionalidad o la producción de un producto", incluidos el tantalio, el estaño, el oro o el tungsteno. En 2017, la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC) decidió no hacer cumplir el requisito de informar sobre los minerales de conflicto. Incluso con esto, el sector tecnológico superó a todos los demás en la presentación de informes sobre minerales de conflicto dentro de sus cadenas de suministro.1
Además de los minerales conflictivos, los trabajadores de la cadena de suministro de las tecnologías de la información se enfrentan a riesgos que van desde la exposición a productos químicos inseguros, el uso de mano de obra infantil, las horas de trabajo excesivas y el trabajo forzado. En los últimos años se ha prestado atención a estos problemas a nivel mundial, gracias a la gran atención de los medios de comunicación y al liderazgo de asociaciones del sector como la Alianza Empresarial Responsable (RBA), pero los problemas persisten y constituyen un impacto necesario en la sostenibilidad que la ecoetiqueta EPEAT pretende abordar.